No sé si me estoy volviendo
masoquista, pero no puedo evitar leer los artículos de la revista electrónica
BIZ. Quizás sería mejor no saber nada, no recibir noticias de lo que pasa y, si
se reciben, quedarse indiferente ante ellas. Pero, en realidad, mi atracción
hacia este medio virtual es explicable: ¿no delatan implícitamente los informes
de revistas al estilo del BIZ la manera cómo nos proyectamos a nivel
internacional? Se podría hasta afirmar que El BIZ es un poco el barómetro tanto
del nivel de independencia de un país como de su grado de sumisión a los mandatos
provenientes del exterior.
En ese sentido, la noticia
del 30. Del presente mes “Perú es el
único país de América Latina que cuenta con un óptimo nivel de reservas
internacionales” que, para muchos “especialistas”, será motivo de alegría,
de orgullo y de otras emociones, es para mí sólo una muestra más de nuestra
subordinación al sistema mundial.
En efecto, ¿qué significa
esto? Significa que tenemos nuestro dinero bajo el colchón, pero no bajo
nuestro colchón, sino bajo el colchón del vecino, el que por supuesto lucra con
nuestro dinero, nos paga migajas y mientras nos vamos endeudando más y
más, pagando intereses cuando bien podríamos recurrir a lo que disponemos y
deshacernos de la deuda.
Saltarán hasta el techo,
dirán: ¡qué ignorante! ¡Qué bruto! ¡nos quedamos sin reservas!, Pero, personalmente,
no puedo olvidarme de los buenos consejos de mi abuelita, quien siempre nos
decía: “ten una reserva para las malas épocas, pero organízate de tal manera que
esa reserva no sea tan grande que no te deje vivir o que todo se malogre”.
Ahora, ¿quién estará
cobrando los intereses adicionales por tener nuestro dinero en bancos
extranjeros en vez de invertirlo en desarrollo? ¿Quiénes se estarán volviendo
multimillonarios con el dinero que pagan los bancos por ofrecer préstamos en
base a nuestro dinero depositado en ellos?
Pensemos un segundo; en
cuanto estamos en alguna planilla (por pequeña que esta sea): inmediatamente nos
llaman de los bancos ofreciéndonos el oro y el moro a fin de que
saquemos un préstamo, ¿se imaginan qué ventajas pecuniarias le brindarán a
alguien que saque un préstamo millonario para un país o que consiga que dicho
país no pague su deuda sino siga amarrado con los intereses?
Siempre ofrezco soluciones,
por lo que, en este caso, propongo lo siguiente: paguemos la deuda. Aún así nos
quedará un pequeño colchón. Después de todo, la composición de nuestras
reservas internacionales no es insignificante. Efectivamente, disponemos de US$
65,734 millones([1]). Dejemos
de pagar intereses y de estar sometidos a los dictados del capital
internacional. Ya robaron bastante, ¡HAGAMOS EL PAÍS PROGRESE!
Gustavo Bobbio
[1] Ver el artículo en el periódico virtual de Gestion.pe, Reservas internacionales subieron a
US$65,734 millones en enero en
http://gestion.pe/noticias-de-rin-1210?href=nota_tag
[1] Ver el artículo en el periódico virtual de Gestion.pe, Reservas internacionales subieron a
US$65,734 millones en enero en http://gestion.pe/noticias-de-rin-1210?href=nota_tag
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